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Seamos Sinceros

Seamos sinceros, ¿qué tal si nosotros fuésemos Carlos Vela?

Seamos sinceros. Imagine que usted pertenece a una importante empresa transnacional, cuyo ingreso anual es aceptable, ahí mismo se le permite desarrollar sus habilidades, pero no es el jefe, pero sí es de los elementos más destacados, ya que vive a la sombra de un superior, sin embargo, un día se le presenta una oportunidad de pertenecer a otra compañía, pero, esta apenas comienza, pero tiene bases sólidas, su mercado es emergente, ganaría poco más del doble de lo que usted percibe, y lo mejor, ¡sería la estrella!, seamos sinceros, ¿dejaría pasar esa ocasión única en la vida?

Seamos objetivos, cierto es que Carlos Vela no se fue por amor al futbol a la MLS, fue por la cantidad de dólares que ganará en una competición que va emergiendo poco a poco, que cuenta con una estructura deportiva y un proyecto a largo plazo que busca la rentabilidad financiera, la formación de futbolistas competitivos tanto en la parte física, como mental y emocional, con el objetivo de ser un torneo capaz de hablarle de “tú” a las potencias del balompié como España, Inglaterra, Alemania e Italia. Seamos sinceros, ¿usted diría que no a un proyecto concreto y legible?

Seamos honestos, es cierto que el futbol de los Estados Unidos no es atractivo, aún; es más, se le trata de forma despectiva en otras partes del Mundo, donde incluso, ligas como la de Argentina, Chile, Brasil y la de Colombia son consideradas como altamente agradables, pero es por la cantidad de jugadores que exportan, más no buscan una formalidad como la MLS.

En cambio, seamos claros, la MLS es un torneo, que por su posición actual, ha aplicado la importación de figuras, principalmente de Europa, para que la afición voltee a ver a las escuadras que ahí militan. Cabe mencionar que todo esto se debe a un fenómeno mercantilista, donde la venta de boletos, playeras, suscripciones, entre otros, buscan reflejarse en atractivos retornos de inversión para quienes le apuestan al crecimiento del “soccer”, y es comprensible, sobre todo si tienes enfrente a tres titanes del deporte, como la NFL, la NBA, y la MLB, que son quienes mandan entre el gusto de los estadounidenses.

Con la llegada de Carlos Vela a Los Angeles F.C., el interés por ir a los estadios irá creciendo, sobre todo, seamos personas con sentido común, entre los mexicanos que radican en el vecino país del norte, el cual no solo le daría una buena entrada de dinero al club donde jugará el oriundo de Cancún, Quintana Roo, sino que también ayudará al resto de los equipos cada vez que los de California visiten otros inmuebles.

Respecto al formado, futbolísticamente hablando, en las Chivas, éste tendrá la ocasión para ser uno de los referentes de la MLS, calidad tiene y probada, seguidores tiene, y por montones, pero seamos centrados, no es lo mismo medirte contra un Andrea Pirlo, o un David Villa que ya están en la etapa final de su carrera, que con nuevas estrellas como Asensio, quien viene comenzando y promete mucho a futuro.

Al final, quien tiene que estar contento con su decisión es Carlos Vela, veremos en el mediano plazo qué tanto aportó a la MLS o si de plano solo fue a cobrar en dólares por cuatro años para recibir una pensión vitalicia por parte del sistema de competencia.

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