RESEÑA DEL GRAN PREMIO DE MÉXICO 2017, PARTE I
RESEÑA DEL GRAN PREMIO DE MÉXICO 2017, PARTE I
Reseña El pasado fin de semana (27, 28 y 29 de noviembre), el Autódromo Hermanos Rodríguez en la CDMX se vistió de gala para recibir una vez más a la máxima categoría del automovilismo mundial: la Fórmula 1.
Los boletos para este magno evento se habían puesto a la venta desde mediados de marzo, por lo que los seguidores del también llamado el Gran Circo, tuvieron que esperar algo más de medio año para tener el privilegio de tener en vivo y frente a sus ojos a sus pilotos favoritos, así como sus potentes y eficientes monoplazas con motores V6 turbocargados.
La Fórmula 1 llegaba a México el fin de semana pasado, con la intención de definir si el británico Lewis Hamilton (Mercedes) se coronaría campeón del mundo en nuestro país o si tendría que esperar a Brasil o a Abu Dhabi para ello, pues con 66 puntos que lo separaban de su más cercano rival, Sebastian Vettel (Ferrari), las probabilidades de que Hamilton se alzara con el título mundial en suelo azteca, eran altísimas, y solo algo extrañísimo podía descarrilar a Lewis Hamilton de que eso sucediera, por lo que la carrera del domingo ya se perfilaba como la que sería la carrera más emocionante desde que la F1 volvió a nuestro país en ésta su tercera era (2015-2019); recordando que ya antes, los mexicanos de anteriores generaciones, habían tenido la fortuna de ser testigos de la Fórmula 1 en sus anteriores etapas en nuestro país: 1962-1970 (primera era) y 1986-1992 (segunda era).
Los espectadores abarrotaban las gradas, y desde el viernes, la inmensa mayoría, ya lucía y presumía sus “mejores galas”, al ir perfectamente ataviados con gorra y camisa de su escudería favorita; de tal suerte que las gradas se pintaban predominantemente de rojo Ferrari de los tifosi (nombre con el cual se le conoce en Italia – y en todo el mundo- a los fanáticos de la escudería Ferrari, también conocida como la escudería de Maranello, pues en dicha ciudad italiana, reside la fábrica del cavallino rampante). Sin embargo, hay que decirlo, las tribunas también se colorearon con fuertes pinceladas del negro, blanco y verde de Mercedes, del azul, rojo y amarillo de Red Bull, y por supuesto, no podían faltar quienes vestidos de rosa apoyaban al piloto local, Sergio “Checo” Pérez, quien conduce para Force India, aunque en realidad, todos los presentes aplaudían y se desvivían en gritos de apoyo, sin importar de qué fueran vestidos, cada vez que Checo pasaba con su bólido frente a ellos.
Conforme el reloj oficial Rolex avanzaba su paso justo arriba de la marca de salida/meta sobre la pista, el ambiente se calentaba y la emoción iba en aumento, los aficionados iban y venían para comprar algo de comer y una que otra cerveza para mitigar el calor y la sed producida por un incesante e intenso sol que caí a plomo sobre pilotos, autos y fanáticos.
Mientras tanto, en la pista, Hamilton y Vettel, así como el resto de los pilotos, hacían gala de sus impresionantes habilidades de manejo y mejores tiempos con los que aspiraban a quedarse con la pole position, sin embargo, el sábado la calificación no sorprendió a los aficionados más conocedores, pues si bien Hamilton no había tenido un mal fin de semana, nunca pudo ser el mejor en las prácticas, por lo que Vettel terminó consiguiendo la posición de privilegio para la largada, seguido muy de cerca por el joven holandés Max Verstappen de Red Bull en el segundo cajón de salida, mientras que Lewis Hamilton y su compañero Valtteri Bottas (también de Mercedes) saldrían de la segunda fila, en los lugares 3 y 4 respectivamente; lo cual sin duda encendía más la emoción por la carrera que se correría el domingo, pues Hamilton necesitaba
terminar al menos en la quinta posición en caso de que Vettel ganara la carrera, o bien, al menos obtener un noveno lugar en caso de que Vettel fuera segundo, pues cualquier otro resultado le daría en automático el campeonato a Hamilton.
CONTINUARÁ…. parte de la Reseña
Con la colaboración especial de Daniel López Altamirano
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