Inspiración, te invoco.

Inspiración, te invoco. Mientras redacto estas líneas, créame, amable lector, no me llega la inspiración para compartir algo que sea de su interés, como si el futbolista hubiese perdido la magia y la inspiración para salir a la cancha, esos ingredientes que son tan elementales para la imaginación y con todos ellos, crear jugadas de inspiración que hacen levantar al espectador de sus asiento, tronar las gargantas y brincar como el niño que ve con ahínco el juguete que siempre quiso para su cumpleaños.

Hoy no, amable lector, hoy no, mi inspiración tocó fondo, como la carrera de Marco Van Basten cuando se le dijo que jamás en su vida podría volver a jugar por un problema de ligamentos que conllevó en la retirada de uno de los mejores talentos que han cruzado las canchas; o como Juan Román Riquelme, quien fue tratado como basura por Van Gaal en el Barcelona, dejando escapar a una de las que pudieron ser de las máximas joyas del futbol argentino y quizá hasta mundial.

¿Qué tiene que suceder para que la inspiración llegue a mi?, ¿acaso Messi tendrá que hacer una faena como la que vimos contra Ecuador al meter tres goles y llevar así a Argentina al Mundial después de que renunció a su selección el año pasado para que la inspiración invada esta alma futbolera?, ¿o tendré que ver más sorpresas como la calificación primeriza de Panamá a la máxima justa para creer que los sueños se pueden hacer realidad y sentirme con un poco más de inspiración?

No sé qué me sucede, amable lector, que esta inspiración no me llega. Veo a Cristiano, a Dybala, a Neymar, a Messi, a Aubemayang y para que esa inspiración la traen consigo mismo, ¡qué bárbaros!, comandan, conducen el balón como quieren, hacen ver fácil su posición, emocionan al público, venden muchas playeras, y yo, como si nada, quejándome que no tengo inspiración para escribir esta entrada, ¿qué tiene que suceder?

Otra vez, perdón, amable lector, por no tener esa inspiración, como la que  Gareth Bale tiene para celebrar un gol poniendo sus manos en forma de corazón, aquella inspiración que Lewandowsky tuvo cuando festejó un gol besando a su esposa en la boca y un aficionado captó el momento en el Allianz Arena, o esa inspiración de los brasileños para regresar un poco a su esencia y calificar a Rusia 2018 sin problemas y que ya hace pensar que es favorita para levantar su sexta copa.

Inspiración como la del aficionado que aprovecha la buena racha de su equipo o el mal rato de quien más mal le cae para hacer un meme, inspiración para hacer un gol de media chilena para evitar no ir al Mundial como Raúl Jiménez con México rumbo a Brasil 2014, inspiración del reportero que hace reportajes de color para darle esa visión de que el futbol se juega más allá de las canchas.

Hasta la próxima, ahí ya tendré más inspiración.